A partir del 1 de diciembre, pasará a ser la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, anunció Víctor Villalobos
Con el cambio de sede de la Sagarpa a Cajeme, Sonora, el próximo primero de diciembre, también cambiará el nombre oficial de la dependencia, pues dejará de ser Sagarpa para ser la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, informó el próximo secretario de Agricultura, Víctor Villalobos.
«Desaparece el nombre de Sagarpa por una razón muy práctica, en el contexto internacional involucra todos los sectores, y el hecho de haberle puesto el nombre con todos los componentes no tiene mucho sentido, dijo a medios locales.
El virtual secretario señaló que el cambio no implicará gastos y que indica también un proceso que permitirá ser mucho más eficientes, transparentes y cercanos a la gente.
«Buscaremos la autosuficiencia alimentaria», señaló, «dejar atrás 30 años de olvido en el campo, se impulsará la producción de alimentos básicos, reconociendo tipos de agriculturas», dijo Villalobos.
Señaló que en los próximos seis años se tiene como meta aumentar la producción de maíz, frijol, trigo panificable, leche, productos cárnicos, pesqueros y acuícolas.
También a partir del 1 de diciembre, la figura de los delegados desaparecerán de la Sagarpa, y vendrán otros cambios más en los programas, todos ellos buscando el beneficio.
Destacó que la metodología de apoyo cambiará estructuralmente para toda la dependencia a nivel federal y se apoyará a los pequeños productores. Asimismo, se instalarán dos subsecretarías: la de Agricultura, que estará presidida por Miguel García, y la de Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria, que estará a cargo de Víctor Suárez.
Desde la nueva sede también se despachará las coordinaciones de Ganadería, Desarrollo Rural y de Agronegocios.
Villalobos mencionó que el traslado de la Secretaría y sus integrantes a Cajeme se irá dando de manera gradual, y la ubicación de la nueva sede aún está por definirse.
Trabajarán en conjunto con los Distritos y Conagua
La labor que se realizará mantendrá contacto cercano con las entes encargadas del agua, entre ellos, los Distritos de Riego y la misma Comisión Nacional del Agua (Conagua).
…ya lo anunciaron Titular de Agromercados Sociales y Sustentables (AMSYS, antes ASERCA) Dr. Arturo Puente González.
Investigadores del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) desarrollaron un proceso de biorremediación de suelos contaminados por hidrocarburos, que consiste en el empleo de pastos, lombrices y bacterias.
Los científicos de este Centro Conacyt han obtenido resultados importantes con este coctel de agentes biológicos en instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Veracruz, después de haber escalado el proceso del laboratorio e invernaderos.
Además de bacterias degradadoras y encapsuladas, empleadas comúnmente en otros procesos de biorremediación de suelos, los especialistas utilizaron lombrices “exóticas” (Pontoscolex corethrurus) del sitio halladas en las instalaciones de Pemex en Papantla, así como pastos nativos (Panicum maximum) que reverdecen en el lugar.
“Se dice que la lombriz es exótica puesto que no pertenece originariamente al sitio, pero que ya lo ha colonizado”, explica Silvia Maribel Contreras Ramos, investigadora que coordina la investigación en el Ciatej. “Aunque se conocía que tienen un efecto en la degradación de hidrocarburos, no se han estudiado mucho. Nosotros las encontramos en el sitio y las probamos en el laboratorio con buenos resultados”.
Sobre los pastos, refirió que existen diferentes tipos de plantas que ya se emplean para eliminar hidrocarburos, sin embargo tienen limitantes, como extensión de raíces o elementos asociados de degradación. “Pero ya se usan de forma natural en el mundo, no se introducen especies nuevas, sino algunas de las cuales ya están en abundancia en el sitio contaminado”.
Los tres elementos del coctel fueron probados de manera individual y después en su conjunto, puesto que los datos indicaban una sinergia para eliminar los hidrocarburos.
De la mano de Pemex se probaron en conjunto en un área sumamente contaminada —más de 14 mil partes por millón—, que fue un campo de extracción de petróleo el cual dejó de operar hace más de 15 años y que sólo recibe mantenimiento. Este es uno de los sitios que existen en el país al que se le llama “pasivo ambiental”, es decir, que ha sido dañado ambientalmente por una obra, proyecto o actividad productiva o económica y no ha sido reparado o restaurado.
Se preparó el suelo para adicionar cierta cantidad de lombrices, plantar una densidad de plantas e inyectar la dosis de bacterias adecuada, relata la científica. “Se monitoreó el lugar por más de tres meses y hallamos que la remoción de petróleo fue de casi el 80 por ciento, en tanto que la disminución de contaminantes de alto peso molecular, llamados policíclicos aromáticos, que son los más peligrosos, fueron eliminados hasta en un 70 por ciento”.
La científica refirió que si bien Pemex ya emplea ciertos procesos de remediación, sus especialistas nunca habían visto uno como el desarrollado por el Ciatej, en conjunto con el Inecol y la Universidad Veracruzana. Añadió que incluso hay una iniciativa para combinar éste con un proceso electroquímico de otro centro Conacyt, el cual podría ser de amplio interés para la paraestatal.
Finalmente, dijo que ante la postura del nuevo gobierno de llevar a cabo un desarrollo energético a través de refinerías, deberá contemplar acciones de mitigación contaminante, donde este tipo de tecnologías ofrecen nuevas soluciones y perspectivas que se deben contemplar.
El Presidente del Sistema Producto Maíz, Vicente Álvarez Delgado, entregó al designado Secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, la propuesta de Políticas Públicas del organismo que encabeza y en la cual plantea la creación de la Bolsa Mexicana de Maíz, fijar un precio de 7 pesos por kilo de grano producido, unificar el presupuesto destinado a este alimento en un solo programa, eliminar el clientelismo político y los subsidios pues solo fomentan “flojos”, regionalizar la producción de maíz amarillo en 4 estados del país y que DICONSA compre las cosechas de los productores ya que los grandes comercializadores se quedan con los apoyos.
Entrevistado en el marco de la México Alimentaria 2018 Food Show, el dirigente de productores de maíz informó que se reunió en privado con el designado Secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, con quien conversó sobre la propuesta de Políticas Públicas denominada “Organización, Producción y Comercialización” a fin de que en el Gobierno del Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, el próximo 1 de diciembre, lo aplique para elevar la productividad.
Expuso el dirigente del SPM, que México es el quinto productor con el 3% de la producción mundial y el segundo importador con el 9% del volumen comercializado.
“Cosechamos 24 millones de toneladas en 7.1 millones de hectáreas lo que nos da un promedio de 3.4 toneladas por hectárea, aunque tenemos el caso destacado de Sinaloa que produce 6 millones de toneladas con un promedio de 11.2 toneladas por hectárea”, detalló.
Foto: http://elmaizentiemposdeguerra.org/
Estas cifras demuestran que ha habido muchos programas, muchos recursos, muchas dependencias y no han sido suficientes ni eficientes para hacer realidad el derecho constitucional a la buena alimentación de los mexicanos, dijo el lider del Sistema Producto Maíz.
Por el contrario, continuó, hoy se vive ya una tragedia nacional con millones de diabéticos, obesos y desnutrición.
Es por ello, que propuso que los presupuestos relacionados al maíz deben estar integrados en una sola área y bajo una sola dirección que integre los diferentes componentes de las políticas públicas relacionadas al maíz.
En el tema de Organización, Vicente Álvarez Delgado, planteó seguir estimulando la creación de figuras productivas que eliminen el clientelismo político y el rezago por falta de información y de conocimiento que solo se es posible a través de la organización.
Con respecto al tema de Producción, explicó que en el Sistema Producto Maíz Nacional se considera urgente y necesario la planeación de la producción.
En primer lugar debe regionalizarse el país en la producción de maíz blanco, amarillo, maíces mexicanos especiales y otros cultivos alternativos como lo es el triticale que ha cobrado gran importancia en el país por su alto porcentaje de proteína.
“La regionalización de la producción del maíz amarillo puede hacerse en cuatro estados del país como Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Querétaro”, aseguró.
Detalló que habría que mejorar genéticamente y multiplicar la producción de semillas para su producción extensiva, sobre todo en pequeñas superficies bajo el concepto milpa, (siembra de maíces especiales, habas, frijol, calabaza y el rescate de los quelites en su diversidad, que han ido desapareciendo por el uso de herbicidas y pesticidas, siendo de antaño rica en la nutrición de los mexicanos y hoy altamente valorada sobre todo si se induce de forma orgánica).
En la comercialización, subrayó Vicente Álvarez, el organismo que detone y regule la compra de maíz, debe ser la empresa del gobierno DICONSA, que comercialice a la población abierta en México y en el extranjero.
El maíz que compre a las organizaciones de productores y compita igualitariamente con los grandes comercializadores que han sido privilegiados y beneficiarios de políticas desleales e injustas en perjuicio de los más de 2 millones de productores, señaló.
“Algunos comercializadores que le venden al gobierno no cuentan con una sola bodega ni producen ni un solo grano de maíz y sin embargo son los principales proveedores a DICONSA”, denunció.
Sugirió que DICONSA apertura un segmento de compra de los maíces especiales mexicanos, los de color con propiedades netracéuticas y de salud altamente apreciados en el mercado nacional e internacional, con sobre precios que deben ser en beneficio de los pequeños productores.
La creación de la Bolsa Mexicana de Maíz, explicó, es para apoyar la compra de coberturas comerciales con nuevas reglas y fórmulas hechas por especialistas y con la participación de los productores que eviten las trampas y los dados cargados en beneficio de los grandes comercializadores como ha venido ocurriendo hasta la fecha.
El maíz es un gran negocio como se acredita con las ganancias multimillonarias que presumen las grandes empresas comercializadoras de maíz, de
harina, la industria en general y la industria de la masa y la tortilla, dijo.
En este sentido, el Presidente del Sistema Producto Maíz Nacional hizo un ejercicio sobre el producto más barato como es la tortilla. Si un kilo cuesta entre 14 y 16 pesos y de un kilo de maíz se saca un kilo y medio de tortilla, el costo de producción de un kilo de maíz se ubica en 22 pesos, correspondería a los productores maiceros 7 pesos por kilo.
Argumentó que el actual presupuesto que se destina al maíz es de aproximadamente 20 mil millones de pesos que se encuentran en áreas dispersas de programas que no se relacionan entre sí o gastos ocultos que al amparo del maíz se gastan; si estos recursos se integraran en una sola bolsa bajo un plan de organización, producción y comercialización, este presupuesto resultaría suficiente para pagar 7 pesos el kilo de maíz al productor.
La historia comenzó hace unos 40 años, cuando un grupo de científicos se encontró en México con un tipo de cultivo de maíz que jamás habían visto. Median un metro y medio más, demoraban unos tres meses más que los cultivos comerciales en llegar a su madurez, y tenían ocho raíces aéreas de las que secretaba una especie de gel.
Este cultivo de maíz, ubicado en Sierra Mixe, en el estado de Oaxaca, de inmediato despertó la curiosidad científica de los investigadores. Esta semana, 40 años después, y con la ayuda de la comunidad y varios adelantos tecnológicos, el resultado de su sorprendente investigación fue publicado en Plos One. “Se trata de una especie de maíz indígena que no necesita fertilizantes, pues es capaz de fijar el nitrógeno de la atmósfera en sus raíces para utilizarlo como su propio “fertilizante”.
Con una altura imponente de 16 pies, en este maíz nativo de Oaxaca, México crecen hasta 10 raíces aéreas [en comparación con dos en una planta típica] que secretan gel para ayudar a sobrevivir bacterias fijadoras de nitrógeno. Si los científicos encuentran una manera de comercializarlo, podría generar un cambio en el maíz cultivado para grano y ensilado.
El maíz ha sido probado en México y Madison, Wisconsin. El gel secretado por las raíces aéreas permite al maíz fijar el nitrógeno atmosférico mediante la exclusión de oxígeno y la disponibilidad de azúcares para las bacterias, de acuerdo con un reciente comunicado de prensa de la Universidad de Wisconsin.
“Nos llevó ocho años de trabajo para convencernos de que esto no era un artefacto,” dijo Jean-Michel Ané, profesor de bacteriología y la agronomía y la Universidad de Wisconsin-Madison y co-autor del estudio. «Técnica tras técnica, todos están dando el mismo resultado mostrando altos niveles de fijación de nitrógeno en este maíz.
«Lo que creo que es genial acerca de este proyecto es que cambia completamente la forma en que pensamos sobre la ingeniería de la fijación de nitrógeno», agregó Ané.
El maíz con esta capacidad puede adquirir del 30% al 80% del nitrógeno que necesita a través de la fijación. La humedad y la lluvia controlan cuánto o poco nitrógeno gana la planta. Se necesita más investigación para determinar si este rasgo puede ser desarrollado en cultivos comerciales de maíz.
Se encuentra en la región de la Sierra Mixe en el sur de México, el suelo está empobrecido en nitrógeno y los agricultores usan poco o ningún fertilizante. Estas condiciones han desarrollado la capacidad del maíz para adquirir nitrógeno. Los investigadores utilizaron cinco técnicas diferentes para confirmar que el gel de maíz está, de hecho, fijando el nitrógeno del aire que el maíz puede incorporar en su propio tejido.
«Este maíz nos mostró que la naturaleza puede encontrar soluciones a algunos problemas mucho más allá de lo que los científicos podrían imaginar», dijo Ané. «La comunidad científica probablemente subestimó la fijación de nitrógeno en otros cultivos debido a su obsesión con los nódulos de raíz».
Esta investigación es una colaboración entre la Universidad de Wisconsin-Madison, la Universidad de California, Davis y Mars, Inc.
Los hallazgos se informan el 7 de agosto en la revista PLOS Biology en http://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.2006352 “Ha sido un sueño a largo plazo transferir la capacidad de asociar las bacterias fijadoras de nitrógeno de las leguminosas a los cereales”, dijo Jean-Michel Ané, profesor de bacteriología y agronomía en UW-Madison y coautor de la nueva publicación. estudiar. Las legumbres, como los frijoles, son el único grupo de plantas de cultivo que se sabe que adquieren una cantidad importante de nitrógeno a través de la fijación, que realizan en tejidos especializados llamados nódulos de raíz.
Este maíz no necesita fertilizantes: crece usando aire y bacterias es capaz de recolectar los nutrientes necesarios para su crecimiento y proliferación sin utilizar ningún producto externo.
Solo en España, según datos del Banco Mundial, se gastaron en 2015 más de 150 kilos de fertilizantes por hectárea de tierra cultivable. Números que se multiplican a nivel mundial, y que, según predecían algunos organismos como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), podrían llegar, en 2018, a los 500 millones de toneladas.
Un problemón harto complejo de gasto energético y consumo de combustibles que no crece día a día con el aumento de la población, pero que puede empezar a cambiar gracias a algunos descubrimientos como el de un extraño maíz en México.
Investigadores de la Universidad de California en Davis y de la compañía Mars, Incorporated acaban de publicar un estudio en el que aseguran haber encontrado un variedad de maíz en Oaxaca (México), que es capaz de crecer y desarrollarse adquiriendo el nitrógeno -un nutriente esencial para estas plantas- gracias a unos unas bacterias.
Estos organismos toman el elemento químico del aire y lo transforman para que la planta pueda asimilarlo sin problemas. Según explican en el ‘paper’, publicado en la revista científica PLoS Biology, usando esta técnica, esta variedad obtiene de un 29 a un 82 por ciento de su nitrógeno del aire, en lugar de a través de fertilizantes.
¿Cómo consigue exactamente estos nutrientes? Dicho vegetal produce una ‘sustancia pegajosa’ que rezuma de raíces aéreas que atraen a las bacterias que transforman el nitrógeno del aire de forma que la planta pueda utilizarlo. Es cierto que ya están documentados otros casos de legumbres que han establecido relaciones con bacterias con un objetivo muy similar al de esta planta, pero es la primera que se demuestra que una variedad de maíz también lo hace.
Tal es la importancia de este descubrimiento, que, según explican los investigadores, puede dar un vuelco al consumo de fertilizantes en una de las plantaciones que más necesitan de estos productos. Si consiguen emular el método que utiliza esta variedad para alimentarse en otras clases de maíz más comunes, significaría un paso de gigante para cortar la sangría de combustibles fósiles que se utilizan para la creación de estos fertilizantes comerciales. Y es que, según datos de estos estudiosos, se estima que entre un 1 y un 2 por ciento del suministro mundial de energía se va en la creación de nitratos para maíz.
Humberto Castro García, subdirector del centro regional de Oaxaca de la Universidad de Chapingo, sostiene sin embargo que si bien en el papel los Protocolos de Nagoya son buenos, «en la práctica los ejemplos de que se hayan realizado son escasos o nulos y las comunidades salen afectadas«.
Por eso, «valdría la pena estar atentos para proteger este nuevo descubrimiento», advierte.
Derechos de autor de la imagen JEAN-MICHEL ANE/UC DAVISLos científicos de la Universidad de California Davis estudian el mecanismo de esta planta para poder hibridarlo en otros maíces.
El experto mexicano también destaca que la que buscan los investigadores estadounidenses no es la única forma de lograr que el maíz use menos fertilizantes.
«No es necesario hacer tanta investigación y meterse en líos de patentes: se sabe que tradicionalmente las leguminosas capturan el nitrógeno de la atmósfera y lo dejan disponible en el suelo», explica.
Efectivamente, las leguminosas (como los frijoles o las lentejas) mantienen una simbiosis natural con bacterias que les permite aprovechar de manera natural el nitrógeno, que es el elemento en mayor presencia en el aire.
Y por eso, para el mexicano, los sistemas ancestrales como la milpa (en el que se cultivan distintas cosas juntas) o la rotación de cultivos podrían ser parte de la solución al uso excesivo de fertilizantes nitrogenados.
«Estos recursos no han sido capitalizados en la magnitud que podrían ser aprovechados», le dice a BBC Mundo.
Derechos de autor de la imagen AFPLos sistemas tradicionales de cultivo utilizan otras estrategias para retener nitrógeno.
El investigador de la Universidad de California Davis está de acuerdo, aunque con un matiz.
«El cultivo de leguminosas debería ser más recomendado. Pero no siempre es posible porque los campesinos a veces eligen sembrar maíz tras maíz por perspectiva económica. Así quela rotación no es muy común», explica.
Y Bennett destaca que encontrar la forma de fijar el nitrógeno de una manera biológica es uno de los retos más importantes de distintos laboratorios punteros en el mundo.
Dice que se esperan avances importantes en esa materia en la próxima década.
Y la reducción del uso de fertilizantes en el maíz sería una muy buena noticia para la agricultura y el medio ambiente.
Por lo pronto, según sus experimentos, utilizando el mecanismo del maíz mixe, se podría lograr una reducción que podría ir desde un 28% hasta un 82%.
Científicos crean el “vitamaíz”, una semilla energética híbrida y NO transgénica
Una semilla de maíz azul rica en energía, que se hizo a partir de hibridación natural.
Durante la inauguración de la Primera Feria Internacional del Maíz Guanajuato 2018, se anunció la presentación de un nuevo híbrido del maíz denominado, «vita-maíz», el cual contiene vitaminas agregadas a la semilla y es un producto reconstituyente.
Desde hace milenos los pueblos nativos han hecho cruzas con las semillas. A este proceso se llama hibridación, y consiste en mezclar genéticamente algunas semillas de la misma especie, y hacerlo gradualmente-. Fue un proceso de milenios, donde se iban haciendo experimentos, que se pasaban de generación en generación.
Estos métodos, eran radicalmente distintos de la transgenia, que consiste en imprimir genes, en ocasiones muy distintos, a las especies. Como es más agresivo el proceso, es también más polémico. No hay aún una certidumbre científica sobre los efectos a largo plazo del uso de los transgénicos.
Algunos científicos mexicanos del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados Unidad Irapuato del Instituto Politécnico Nacional (IPN), iniciaron hace siete años un proyecto de cruza paulatina de maíz azul para generar un híbrido que nombraron vitamaíz, justo porque tiene más propiedades energéticas. Por no ser transgenia, sino hibridación, el proceso es mucho más lento, y aún falta poco para que el producto finalmente sea comercializable.
Con el proyecto vitamaíz desarrollamos variedades que nos den más vida, aportando carotenos y antioxidantes celulares que previenen enfermedades cardiovasculares y nos alargan la vida; queremos incrementar la diversidad de los maíces con pigmentación oscura, combinando las antocianinas con los carotenos y los aminoácidos, explicó Axel Tiessen Favier, responsable de la investigación.
Este experimento, además de su plus nutricional, también responde a las cualidades productivas que muchas veces defienden los propulsores de la transgenia, que es una mayor productividad en el campo. Esta semilla, incrementará el rendimiento por hectárea, en comparación con los criollos ancestrales, lo que prueba que la experimentación tradicional, también puede usarse con criterios comerciales.
Se trata de una buena noticia, porque este proyecto publicita la credibilidad en los métodos históricos de hibridación. Experimentar con las propiedades de la naturaleza, puede ser amable cuando se hace con conocimientos milenarios y cuidado. Vitamaíz, incluso, es consideradas una semilla orgánica, por tener como base solo germinaciones criollas.
Actualmente, la cantidad de Vitamaíz con que se cuenta es escasa, la principal razón por la que el producto no ha salido al mercado. Sin embargo, se espera que en tres años ya esté disponible la semilla híbrida en suficiente cantidad como para comercializarse.
Vitamaiz – Feria Internacional de Guanajuato
Fuente: ecoosfera.com y Feria internacional del Maiz
En México tenemos maíz blanco para dar y repartir; producimos lo que consumimos y nos queda para exportar. De acuerdo con cifras de la Sagarpa, para 2017 la producción crecerá un 4.7% con respecto al año pasado, con un total de 23.3 millones de toneladas.
Esto permite a cada habitante del país contar para su consumo con 188 kilogramos al año de este grano, lo que equivale a poco más de medio kilo por día, entre tortillas, harinas y botanas.
Con el maíz amarillo las cosas cambian: México tiene que importar casi la mitad de lo que necesita, unas 13 millones de toneladas al año. Y aunque este producto viene en su mayor parte de Estados Unidos, desde que llegó Donald Trump a la presidencia de ese país ya se está considerando importarlo de Argentina y Brasil.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre ambos tipos de maíz?
En México, el uso y consumo del maíz blanco está enfocado en la alimentación humana: para hacer masa y obtener harina y sus derivados. El amarillo, por su parte, se destina más como alimento de animales y para la producción industrial de almidón, frituras y hojuelas.
Desde el punto de vista biológico y genético, el maíz blanco es muy similar al amarillo, y “si bien hay una diferencia en la apariencia a causa de la ausencia de los pigmentos de aceite de carotina que originan el color del grano amarillo, las condiciones de producción y los métodos de cultivo son en gran medida idénticos”, indica la FAO.
En cuanto a sus cualidades nutricionales, las semejanzas persisten. El maíz blanco tiene un poco más calorías que el amarillo, sin embargo ambas variedades tienen una baja densidad energética. Una taza de maíz blanco tiene 25 gramos de carbohidratos y 5 gramos de fibra, mientras que la misma cantidad del amarillo tiene 22 de carbohidratos y 4 gramos de fibra. Y ambos tienen la misma cantidad de grasa y proteína: 1 gramo de grasa y 4 de proteína, por cuatro tazas de maíz.
Y si de vitaminas y minerales hablamos, tampoco hay una gran diferencia: ambos contienen el 2% de su valor diario de vitamina A, y 4% de hierro.
En todo caso, la mayor diferencia entre estos dos tipos de maíz son los procesos de elaboración para su consumo, como explican nutriólogos del Centro de Orientación Alimentaria: “Lo que sí hace diferencia en la calidad y el valor nutrimental es el proceso de elaboración que puede ser tradicional de nixtamalización (para hacer tortillas y tamales) o con harinas refinadas; la primera consiste en cocer el maíz en agua con cal para ablandarlo, antes de molerlo, de esta forma el cereal se vuelve más nutritivo, ya que sus proteínas se asimilan mejor”.
Por qué México no puede solo con su producción de maíz?
México es el centro de origen del maíz a nivel mundial. Sin embargo, se ha quedado rezagado frente a otros países, lo cual pone en juego la seguridad alimentaria de los mexicanos.
México es la tierra del maíz. Hace más de 10,000 años, el grano fue domesticado por los grupos indígenas en la República Mexicana, quienes lo convirtieron en un tesoro dorado para su subsistencia. Sin embargo, el país no es autosuficiente en su producción y requiere importarlo en la nación que lo vio nacer.
“No somos autosuficientes en la producción de maíz y lo seremos en la medida en que enfrentemos las diferentes adversidades para producirlo, como son plagas y cambio climático”, asegura Pedro Ortiz Franco, miembro productor del Sistema Producto Maíz y vicepresidente la Alianza Protransgénicos.
México es centro de origen del maíz y cuenta con 59 razas del grano y más de 1,000 variedades de maíz nativo. En la actualidad, dos millones de personas se dedican al cultivo del grano en la República Mexicana.
Hoy, el país importa cerca de 47% del maíz que consume, lo que se traduce en cerca de 12.9 millones de toneladas del grano, mientras que el valor de las importaciones fue de 2,237 mdd durante 2016.
Falta de tecnología y rendimiento
México importa un tercio del maíz que consume. Es un mundo el tamaño de maíz que importamos”, dice Pedro Ortiz, quien produce maíz en Chihuahua y ha asesorado al campo por más de 20 años.
El país consume maíz blanco, empleado para elaborar alimentos destinados al consumo humano, y amarillo, el cual se emplea para alimentar al ganado. La principal importación es del grano amarillo, el cual proviene en un 98% de Estados Unidos, ya que el grano utilizado para las tortillas es suficiente para el autoconsumo.
La falta de tecnología en el campo mexicano, frente a países como Estados Unidos, y el rendimiento de las hectáreas han causado el déficit en la producción del insumo nacional. Pero no solo la maquinaría empleada es suficiente para incrementar la producción.
El rendimiento promedio de maíz en el país es de 3.17 toneladas por hectárea, 38% por debajo del promedio mundial, ha argumentado en varias ocasiones el profesor de la Universidad Cornell, Anthony M. Shelton.
El productor del norte del maíz propone que ponga a discusión una nueva propuesta para producir maíz amarillo, dentro de lo que busca que se incorpore el uso de maíz genéticamente modificado.
En un documento publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y la Red para la Agricultura Familiar –conformada por más de 60 uniones de productores, gobierno y sociedad civil– se establece que, de forma idónea, las naciones deben producir 75% de los productos que consumen, mientras que México tan sólo alcanza cerca de 58% en este rubro.
Nuevos importadores
Las políticas económicas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como es la intención de imponer un arancel a los productos provenientes de México y la reciprocidad del gobierno mexicano en dicho gravamen, han propiciado un replanteamiento del origen de las importaciones. El maíz no es la excepción.
La estrategia del gobierno federal es buscar que Argentina, Brasil y Rusia puedan ofrecer el grano que requiere el país, para no depender de las importaciones provenientes de Estados Unidos.
De mantenerse el déficit actual del grano, para 2025 se prevé que se importen 39 millones de toneladas al año.
Pedro Ortiz sabe que la producción traída de otros países también tiene consecuencias económicas, por lo que es necesario pensar en el largo plazo. “México debe darse prisa a tomar decisiones para garantizar el abasto de maíz.”