La historia comenzó hace unos 40 años, cuando un grupo de científicos se encontró en México con un tipo de cultivo de maíz que jamás habían visto. Median un metro y medio más, demoraban unos tres meses más que los cultivos comerciales en llegar a su madurez, y tenían ocho raíces aéreas de las que secretaba una especie de gel.
Este cultivo de maíz, ubicado en Sierra Mixe, en el estado de Oaxaca, de inmediato despertó la curiosidad científica de los investigadores. Esta semana, 40 años después, y con la ayuda de la comunidad y varios adelantos tecnológicos, el resultado de su sorprendente investigación fue publicado en Plos One. “Se trata de una especie de maíz indígena que no necesita fertilizantes, pues es capaz de fijar el nitrógeno de la atmósfera en sus raíces para utilizarlo como su propio “fertilizante”.
Con una altura imponente de 16 pies, en este maíz nativo de Oaxaca, México crecen hasta 10 raíces aéreas [en comparación con dos en una planta típica] que secretan gel para ayudar a sobrevivir bacterias fijadoras de nitrógeno. Si los científicos encuentran una manera de comercializarlo, podría generar un cambio en el maíz cultivado para grano y ensilado.
El maíz ha sido probado en México y Madison, Wisconsin. El gel secretado por las raíces aéreas permite al maíz fijar el nitrógeno atmosférico mediante la exclusión de oxígeno y la disponibilidad de azúcares para las bacterias, de acuerdo con un reciente comunicado de prensa de la Universidad de Wisconsin.
“Nos llevó ocho años de trabajo para convencernos de que esto no era un artefacto,” dijo Jean-Michel Ané, profesor de bacteriología y la agronomía y la Universidad de Wisconsin-Madison y co-autor del estudio. «Técnica tras técnica, todos están dando el mismo resultado mostrando altos niveles de fijación de nitrógeno en este maíz.
«Lo que creo que es genial acerca de este proyecto es que cambia completamente la forma en que pensamos sobre la ingeniería de la fijación de nitrógeno», agregó Ané.
El maíz con esta capacidad puede adquirir del 30% al 80% del nitrógeno que necesita a través de la fijación. La humedad y la lluvia controlan cuánto o poco nitrógeno gana la planta. Se necesita más investigación para determinar si este rasgo puede ser desarrollado en cultivos comerciales de maíz.
Se encuentra en la región de la Sierra Mixe en el sur de México, el suelo está empobrecido en nitrógeno y los agricultores usan poco o ningún fertilizante. Estas condiciones han desarrollado la capacidad del maíz para adquirir nitrógeno. Los investigadores utilizaron cinco técnicas diferentes para confirmar que el gel de maíz está, de hecho, fijando el nitrógeno del aire que el maíz puede incorporar en su propio tejido.
«Este maíz nos mostró que la naturaleza puede encontrar soluciones a algunos problemas mucho más allá de lo que los científicos podrían imaginar», dijo Ané. «La comunidad científica probablemente subestimó la fijación de nitrógeno en otros cultivos debido a su obsesión con los nódulos de raíz».
Esta investigación es una colaboración entre la Universidad de Wisconsin-Madison, la Universidad de California, Davis y Mars, Inc.
Los hallazgos se informan el 7 de agosto en la revista PLOS Biology en http://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.2006352 “Ha sido un sueño a largo plazo transferir la capacidad de asociar las bacterias fijadoras de nitrógeno de las leguminosas a los cereales”, dijo Jean-Michel Ané, profesor de bacteriología y agronomía en UW-Madison y coautor de la nueva publicación. estudiar. Las legumbres, como los frijoles, son el único grupo de plantas de cultivo que se sabe que adquieren una cantidad importante de nitrógeno a través de la fijación, que realizan en tejidos especializados llamados nódulos de raíz.
Este maíz no necesita fertilizantes: crece usando aire y bacterias es capaz de recolectar los nutrientes necesarios para su crecimiento y proliferación sin utilizar ningún producto externo.
Solo en España, según datos del Banco Mundial, se gastaron en 2015 más de 150 kilos de fertilizantes por hectárea de tierra cultivable. Números que se multiplican a nivel mundial, y que, según predecían algunos organismos como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), podrían llegar, en 2018, a los 500 millones de toneladas.
Un problemón harto complejo de gasto energético y consumo de combustibles que no crece día a día con el aumento de la población, pero que puede empezar a cambiar gracias a algunos descubrimientos como el de un extraño maíz en México.
Investigadores de la Universidad de California en Davis y de la compañía Mars, Incorporated acaban de publicar un estudio en el que aseguran haber encontrado un variedad de maíz en Oaxaca (México), que es capaz de crecer y desarrollarse adquiriendo el nitrógeno -un nutriente esencial para estas plantas- gracias a unos unas bacterias.
Estos organismos toman el elemento químico del aire y lo transforman para que la planta pueda asimilarlo sin problemas. Según explican en el ‘paper’, publicado en la revista científica PLoS Biology, usando esta técnica, esta variedad obtiene de un 29 a un 82 por ciento de su nitrógeno del aire, en lugar de a través de fertilizantes.
¿Cómo consigue exactamente estos nutrientes? Dicho vegetal produce una ‘sustancia pegajosa’ que rezuma de raíces aéreas que atraen a las bacterias que transforman el nitrógeno del aire de forma que la planta pueda utilizarlo. Es cierto que ya están documentados otros casos de legumbres que han establecido relaciones con bacterias con un objetivo muy similar al de esta planta, pero es la primera que se demuestra que una variedad de maíz también lo hace.
Tal es la importancia de este descubrimiento, que, según explican los investigadores, puede dar un vuelco al consumo de fertilizantes en una de las plantaciones que más necesitan de estos productos. Si consiguen emular el método que utiliza esta variedad para alimentarse en otras clases de maíz más comunes, significaría un paso de gigante para cortar la sangría de combustibles fósiles que se utilizan para la creación de estos fertilizantes comerciales. Y es que, según datos de estos estudiosos, se estima que entre un 1 y un 2 por ciento del suministro mundial de energía se va en la creación de nitratos para maíz.
El texto original de este artículo fue publicado por la Agencia Quadratín en la siguiente dirección:https://oaxaca.quadratin.com.mx/investigan-maiz-de-los-mixes-que-fija-su-propio-nitrogeno/
Aprender de la tradición
Humberto Castro García, subdirector del centro regional de Oaxaca de la Universidad de Chapingo, sostiene sin embargo que si bien en el papel los Protocolos de Nagoya son buenos, «en la práctica los ejemplos de que se hayan realizado son escasos o nulos y las comunidades salen afectadas«.
Por eso, «valdría la pena estar atentos para proteger este nuevo descubrimiento», advierte.
El experto mexicano también destaca que la que buscan los investigadores estadounidenses no es la única forma de lograr que el maíz use menos fertilizantes.
«No es necesario hacer tanta investigación y meterse en líos de patentes: se sabe que tradicionalmente las leguminosas capturan el nitrógeno de la atmósfera y lo dejan disponible en el suelo», explica.
Efectivamente, las leguminosas (como los frijoles o las lentejas) mantienen una simbiosis natural con bacterias que les permite aprovechar de manera natural el nitrógeno, que es el elemento en mayor presencia en el aire.
Y por eso, para el mexicano, los sistemas ancestrales como la milpa (en el que se cultivan distintas cosas juntas) o la rotación de cultivos podrían ser parte de la solución al uso excesivo de fertilizantes nitrogenados.
«Estos recursos no han sido capitalizados en la magnitud que podrían ser aprovechados», le dice a BBC Mundo.
El investigador de la Universidad de California Davis está de acuerdo, aunque con un matiz.
«El cultivo de leguminosas debería ser más recomendado. Pero no siempre es posible porque los campesinos a veces eligen sembrar maíz tras maíz por perspectiva económica. Así quela rotación no es muy común», explica.
Y Bennett destaca que encontrar la forma de fijar el nitrógeno de una manera biológica es uno de los retos más importantes de distintos laboratorios punteros en el mundo.
Dice que se esperan avances importantes en esa materia en la próxima década.
Y la reducción del uso de fertilizantes en el maíz sería una muy buena noticia para la agricultura y el medio ambiente.
Por lo pronto, según sus experimentos, utilizando el mecanismo del maíz mixe, se podría lograr una reducción que podría ir desde un 28% hasta un 82%.
Fuente: Agencia Quadratín, www.conacyt.gob.mx, www.elespectador.com
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