Es un camote originario de Sudamérica, que ya cultivan los mangueros como opción ante la caída de la flor por los vientos, además de que es un cultivo rápido y bien pagado
El tubérculo es nativo de América del Sur y el caribe, donde es consumido cotidianamente debido a sus propiedades alimenticias, pero también por su alto contenido de vitaminas, como la C, B6 y la E, además de contener una importante cantidad de minerales, entre los que destacan el potasio, magnesio, fósforo y manganeso.
En la cocina tal raíz la utilizan para consumirla hervida, en sopas, purés, sancochada, además de que la utilizan en la elaboración de postres y buñuelos o bien frita con ajo y perejil, pero siempre deben cocinarla, toda vez que cruda puede ser tóxica.
Con respecto a los beneficios que aporta a la salud, diversos portales médicos la califican como rica en fibras, regula el tránsito intestinal, disminuye los niveles elevados de grasa en la sangre y por tanto la califican de muy buena para ayudar cuidar la salud cardiovascular.
Ante el monocultivo existente en el sur de Sinaloa, principalmente por la producción basada en mango, los agricultores buscan diversificar sus cultivos con bajos costos y alto valor nutricional.
Entre los cultivos alternativos se encuentra la malanga (Colocasia esculenta), conocida también como taro, dashen o ñame (planta de raíces y tubérculos con gran potencial de cultivo en las zonas tropicales).
La malanga es una planta cultivada por sus cormos (tallos subterráneos, conocidos como tubérculos), que se utilizan en la alimentación humana, animal y para diferentes usos industriales. Los principales países productores son Nigeria, Ghana y Costa de Marfil. La época de siembra en temporal es al inicio de las lluvias y en riego en cualquier fecha. En México, la malanga se produce en Oaxaca y Veracruz en donde se cultivan cerca de 100 hectáreas destinadas a la exportación a Estados Unidos y Canadá. El rendimiento promedio es de 25 toneladas por hectárea, con una derrama económica superior a los 6 millones de pesos, mientras que en Veracruz, en los últimos años se ha disminuido su producción.
Este cultivo se produce en México en surcos de 80 centímetros y a una distancia entre plantas de 30 centímetros, con una densidad de población de 40 a 45 mil plantas por hectárea. Los requerimientos de la planta son característicos de climas tropicales y subtropicales, suelos francos y franco-arenosos, con pH de 5.5 a 6.5, preferentemente, altitudes de cero a mil 200 metros sobre el nivel del mar, y la temperatura promedio a la que se desarrolla oscila entre los 25 y 30°C.
Hay que destacar que el sur de Sinaloa cuenta con las condiciones para la explotación y el cultivo de malanga, participando en la reconversión de cultivos que lo requieran o como una alternativa para generar ingresos entre los productores agrícolas.
El rendimiento de un cultivo está determinado por las condiciones de suelo y clima, su manejo agronómico, así como la especie o variedad cultivada; factores que interactúan y determinan el rendimiento.
Las condiciones edafoclimáticas presentes en el sur de Sinaloa permiten el cultivo de malanga y la obtención de rendimientos similares a los reportados en Oaxaca y Veracruz (25 toneladas por hectárea).
No obstante, muchos productores desconocen el cultivo de malanga o no cuentan con la información suficiente para recomendar su producción.
Malanga
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