En nuestra participación anterior iniciamos con este tema “El uso delas plantas medicinales” el cual resulta interesante por lo útil que representan las plantas medicinales tanto para los seres humanos como para diversos usos en el hogar.
Desde épocas remotas el ser humano ha recurrido a las plantas medicinales y ha conocido sus efectos en beneficio de su salud. La variedad y cantidad de plantas con propiedades terapéuticas es bastante asombrosa.
Se estima que en uno u otro momento han sido utilizadas alrededor de 70, 000 especies vegetales, desde líquenes hasta arboles enormes, con fines medicinales.
Hoy día, la herbolaria en México y en América Latina se sirve de al menos de mil especies de plantas autóctonas y otras tantas que cada día se les va encontrando propiedades curativas y de beneficio para la salud.
La medicina convencional emplea todavía unas 500 hierbas, aunque es raro que se utilice la planta completa.
En general, las hierbas proporcionan la materia prima para aislar o sintetizar drogas convencionales. Por ejemplo, la digoxina, utilizada para la insuficiencia cardiaca, fue aislada de la dedalera (Digitalis purpurea) y la píldora anticonceptiva se obtuvo de los componentes hallados en el ñame silvestre (Dioscorea villosa).
Desde el punto de vista ecológico el uso de las plantas medicinales es un factor importante puede tener muchas consecuencias importantes.
En tiempos en que no siempre puede explotarse plenamente la tierra, el cultivo de hierbas como como cosecha orgánica ofrece nuevas oportunidades a los agricultores que ven que sus cultivos habituales ya no resultan rentables.
No obstante, el aumento de la popularidad de las medicinas y tratamientos a base de las plantas medicinales también existe una gran amenaza que afecta directamente la supervivencia de algunas especies silvestres.
El caso de del ginseng americano (Panax quinquefolium) es un ejemplo claro debido a que su demanda ha incrementado su recolección desde hace más de un siglo poniendo en peligro de extinción y desaparición en estado silvestre en los bosques del norte y del este de América.
Este ejemplo no es el único caso y, por desgracia, son muchas las especies amenazadas de modo similar en todo el planeta. La extinción de especies vegetales como consecuencia de la recolección intensiva no es un fenómeno nuevo.
La planta silfión, perteneciente a la familia de la zanahoria, fue muy utilizada como anticonceptivo por las mujeres de la antigua Roma. La silfión era difícil de cultivar y se recogía silvestre en cantidades tan grandes que se extinguió en el siglo III d. C..
Hoy, si la demanda de medicinas de hierbas va a crecer al ritmo actual, es necesario que los fabricantes, proveedores, médicos y consumidores en general, utilicen únicamente productos cultivados o recolectados de forma sensata y ecológica.
Es conocido que en la antigüedad el uso de plantas medicinales era interpretado como parte de brujería, hechicería, satanismo o chamanismo lo que limitaba su uso a ciertas gentes que eran señaladas como curanderos, quienes ejercían el oficio de “curar” o sanar los malestares más comunes.
Así como hay plantas curativas las cuales predominan en el conocimiento popular, hay también plantas cuyo uso causan perjuicio en el organismo o alteración sintomática como es el caso de ciertas plantas alucinógenas que provocan alteración psicológica y su uso indiscriminado causa daños irreversibles.
Cabe hace mención que el uso de plantas medicinales se ha transmitido de generación a generación y el conocimiento de las mismas es por tradición oral y por usos y costumbres populares que están arraigadas entre la población.
Continuaremos con el tema en nuestra siguiente participación.
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